Cuando alguien transmite su pasión por el diseño de interiores al exterior, como es el caso de la diseñadora Diane Breckenridge-Barrett, el resultado es espectacular. Amante de las flores y los jardines, ha diseñado el jardín de su casa como una extensión de la misma, con cómodos asientos de mimbre o de forja donde pasar una apacible tarde de verano. Por todas partes se ven racimos de flores combinados con arbustos, plantas de hoja muy diferente agrupadas en torno a hermosos árboles que dan sombra y cobijo, macetas llenas de flores junto a las zonas de descanso, un auténtico edén donde disfrutar del aire libre y de la naturaleza en todo su esplendor.
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